En permacultura, la primera lección clara es la relevancia de la observación. Antes de realizar un diseño permacultural de un espacio tal como una granja o un huerto, se ha de observar el menos un año, para poder conocer mejor el terreno y elegir los elementos del diseño contemplando las modificaciones vinculadas a las estaciones y a los procesos culturales que ser dan asociadas a ellas.
En comunicación, una de las claves es saber escuchar. Este ejercicio de escucha, puede ser entendido desde formas pertenecientes a la "escalera" o la "espiral" de la participación, así como desde su relación con el ejercicio de observación.
Una de las tareas que hemos emprendido ha sido recopilar estas iniciativas cuya funcion principal es observar. Generalmente, se llaman observatorios, aunque hay otro tipo de estructuras como comisiones de seguimiento o similares. Todas ellas tienen matices diferentes en función de los objetivos principales, los referentes que usan (un código de elaboración propia, la legislación, la dialéctica, etc.) a la hora de cumplir esa tarea.
Algunos son observatorios de un tema, y una de las transversales de su trabajo es observar la comunicación, entre otras cuestiones (legislación, noticias, etc.), en relación a ese tema. Así por ejemplo, el Observatorio de la Violencia de Género trabaja en muchos ámbitos, pero se expresa habitualmente respecto a la publicidad sexista. Otros los hay específicos sobre medios de comunicación y sexismo, como el Observatorio de la Publicidad del Instituto de la Mujer, que por ejemplo, cuenta con formularios online para contar con la participación de cualquier persona que quiera contribuir a esta labor. Otros como el Observatorio Andaluz de la Publicidad No Sexista cuentan con manuales, con un decálogo para identificar el sexismo en publicidad, con noticias, con campañas, con un código deontológico, etc.
En el mundo de la equidad de género, hay más observatorios que en el mundo ambiental. De temas ambientales específicos proliferan los observatorios, unos de carácter más general y permanente como el Observatorio de la Sostenibilidad de España. Otros se constituyen relación a un evento, como el Observatorio Ambiental de la EXPOAGUA 2008.
Por último, algunos son específicamente entidades que combinan comunicación y medio ambiente, como El Observatorio de la Publicidad de la Movilidad Sostenible y la Educación Ambiental.
En este sentido, como ya hemos dicho otras veces desde este equipo de investigación, y dicen también otros autores/as como Susana de Andrés et al en el número de diciembre 2007 de la revista AMBIENTA, es necesario y urgente que haya un observatorio de comunicación y medio ambiente a nivel estatal, desde el cual se elaborase un código deontológico, una recopilaciónde buenas prácticas, etc. y se contara con la participación ciudadana para esta labor.
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