“Cuando
se trata de la infancia, lo primero es su SEGURIDAD”. Así
comenzaba Marta
Román
su ponencia
en las Jornadas
“Ciudades en Bicicleta”
que organizaba el Ayuntamiento de Madrid los pasados 9 y 10 de marzo.
A lo largo de su intervención, Marta Román, fue describiendo los
condicionantes que han hecho que la seguridad de niños y niñas
prime ante cualquier otra cuestión, como su autonomía, su confianza
y su desarrollo personal. A modo de resumen, remarcamos algunas ideas
clave de su ponencia:
“Extremar
la protección de los pequeños tendrá […] que ver con las
inseguridades percibidas por los adultos y con la fuerte dependencia
emocional que depositamos en estas criaturas”.
Las madres y padres intentarán por tanto ejercer un control férreo
sobre sus hijos/as para protegerles de todos esos “peligros” más
imaginarios que reales. El espacio público, se convierte, por lo
tanto, en algo peligroso, los niños y niñas dejan de tener
presencia en las calles y los cuidados pasan de ser una
responsabilidad colectiva a algo confinado en los hogares y los
centros educativos.
Pero
“todos
estos mecanismos no evitan accidentes que, como tal, son
imprevisibles, lo que sí están evitando es la disponibilidad a
asumir riesgos”.
Es necesario otorgar a la infancia un grado de autonomía, para que
asuman riesgos y se enfrenten a ellos, sólo así podrán
desarrollarse y crecer como personas.
La
bicicleta puede ser un elemento que ayude a recuperar esa autonomía
perdida de la infancia. “Por
una parte, interpela a la ciudad. Exigir espacio y condiciones para
que niñas y niños puedan utilizarla en sus trayectos cotidianos
incomoda” y
por otra, “en
bicicleta, aunque un menor vaya acompañado de un adulto, nunca puede
ir de la mano. La bicicleta lleva implícita una cota de autonomía,
de responsabilidad, una cota de riesgo, aunque sea para mantenerse en
equilibrio”.
Los
caminos
escolares,
como el proyecto
STARS que también pudimos conocer en las jornadas, ponen en
práctica estas premisas y utilizan como recurso el camino que
recorren los niños y niñas de casa al colegio todos los días para
recuperar poco a poco el espacio que les ha sido robado.
Al
final de su intervención Marta Román concluía: “Cuando
se trata de la infancia es muy importante su AUTONOMÍA”.
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