Lejos de reducirse el Greenwashing, la organización TerraChoice en su informe sobre "los pecados del lavado verde" afirma la existencia de un nuevo "pecado" que es la creación de logos ecológicos falsos y cómo desde 2006 se ha triplicado la existencia de la publicidad verde.
Esta organización utiliza una lista de siete faltas (the seven sins of greenwashing) en el uso de los argumentos ambientales en la publicidad verde. Empleando esta herramienta de análisis a una muestra de 2,219 productos, el 98% incurre al menos en una de estas faltas, y de los productos estudiados en EEUUA y Canada sólo 25 no cumplían ninguna de las faltas enumeradas (TerraChoice, 2009)
A continuación enumeramos las otras 6 faltas, para considerar esta herramienta de cara a argumentar formas de "lavado verde" presentes en la publicidad actual, traducidas para este post.
- El impacto oculto: Se hace énfasis en una característica ecológica o sostenible, pero se obvian otras igualmente importantes para determinar si un producto es sostenible o no.
- La no prueba: Se anuncia una característica del producto que es difícilmente comprobable o cuya información no es muy accesible.
- La imprecisión: Un argumento tan vago que puede incluir cualquier característica o ingrediente como decir que es "natural".
- Irrelevancia: Es el empleo de un argumento ambiental que puede ser cierto pero no es relevante o no contribuye a la elección de un producto por sus características ambientales. Por ejemplo "producto libre de CFCs" cuando están prohibidos desde el Protocolo de Montreal.
- El mal menor: Es el usar la característica ambiental para algo que de por sí es claramente dañino para el medio ambiente como el tabaco orgánico o los coches deportivos eficientes.
- Mentir: Es decir que un producto está certificado con una ecoetiqueta concreta y no estarlo.
1 comentario:
Desgraciadamente eso de aprovechar el "ecológico" para vender está a la orden del día. Nos guste o no, la ecología está de moda y muchas empresas aprovechan este boom como estrategia de marketing, al margen de que sus productos realmente cumplan con lo que publicitan.
Se empezó usando la certificación en calidad, se continuó con la certificación ambiental y el siguiente paso parece ser la "responsabilidad social corporativa".
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